¡Tu biografía es bastante loca! ¿Puedes hablarnos del contexto político en el que naciste y cómo eso te condujo al hip hop?
Es bastante difícil para una socióloga como yo, jaja. Pero lo intentaré. Hubo una guerra en Guatemala entre 1954 y 1996. Yo nací en 1984, durante los años más duros de la guerra. Las autoridades perpetraron un genocidio contra las comunidades indígenas y ordenaron secuestros, desapariciones forzosas y asesinatos de activistas políticos. Mi tía, Rebeca Eunice, fue secuestrada por el gobierno militar en 1981 y me llamo Rebeca en su honor. Por todo ello, empecé a hacer campaña desde muy joven por la justicia social y el deber de memoria colectiva hacia las víctimas de la guerra.
Durante la guerra, los jóvenes no podían hacer nada, ni siquiera arte. Así que tras la firma de los acuerdos de paz en 1996, empezamos a organizarnos en términos de activismo político y arte. Hablábamos de la guerra y de nuestras respectivas experiencias. Yo escribía poesía, hacía teatro y era una gran admiradora de la escena hip hop, que estaba creciendo muy rápidamente. Así que me uní a un grupo de hip hop llamado Última Dosis y empecé a rapear con ellos.
¿Cómo se percibe el rap en Guatemala? ¿Es una música popular?
Para muchos jóvenes, la cultura hip hop representaba una vía de escape de toda la violencia que estaban viviendo. Aunque la guerra terminó, la violencia nunca cesó, especialmente hacia los jóvenes. Esta cultura se hizo muy popular en los barrios desfavorecidos y ofreció la oportunidad a personas que no habían tenido la suerte de recibir una educación artística de convertirse en artistas y activistas dentro de su comunidad. El hip hop era también una forma de escapar de las bandas y de los grupos armados vinculados al bandidaje y al tráfico de drogas.
Por todas estas razones, las autoridades estigmatizan nuestra cultura y utilizan la violencia de muchas maneras para contrarrestar el activismo hip hop. Algunos colegas han sido asesinados o han desaparecido. Y también es complicado encontrar locales para los conciertos.
A pesar de ello, somos una gran comunidad que sigue creciendo, encontrando espacios para enseñar a otros sobre hip hop y lugares que nos apoyan artística y políticamente para hacer festivales y conciertos. No somos mainstream y no nos apoya nadie de la industria musical, pero eso no nos ha detenido.
Te apasionan el teatro y la poesía, y diriges un blog llamado «Mujeres de bolsa grande«. ¿Qué tienen en común todas estas cosas?
El teatro y la poesía me ayudaron a rapear y a actuar, pero ya no lo hago con regularidad. Mi última obra fue hace unos tres años. Y mi blog contiene un archivo de mis poemas. Estoy trabajando en la publicación de dos libros de poesía, pero con todas las giras y el trabajo que hago en la música, no tengo mucho tiempo para dedicarle.
Pareces estar tan implicada como activista como artista. ¿Cuáles son tus principales batallas?
Sigo luchando por la justicia social y el deber de recordar el genocidio y la guerra. Pero también estoy implicada en las luchas feministas y en el empoderamiento de las mujeres a través del hip hop. Formo parte de una organización llamada «Somos Guerreras«, que ha creado una red de mujeres del hip hop en Centroamérica, organizando festivales y talleres y produciendo un documental con otras raperas y activistas del hip hop como Nakury, Nativa y Audry Funk.
¿Cómo describirías la condición de las mujeres en Guatemala?
Guatemala tiene una de las tasas de feminicidio más altas del mundo, debido a la violencia doméstica contra las mujeres. Nos matan. El número de embarazos de adolescentes también es muy elevado y es el resultado de violaciones, muy a menudo cometidas en el seno de la familia. El número de violaciones también es enorme. Es casi como si Guatemala estuviera en guerra.
Otro gran problema es que las mujeres se oponen a enormes proyectos lanzados por multinacionales (de Canadá, Estados Unidos y Europa) que se están apoderando de tierras protegidas por las comunidades desde hace cientos de años. Quieren apoderarse de nuestros recursos naturales y lucrarse con ellos. Este contexto ha llevado a los movimientos feministas a luchar por la protección de nuestro medio ambiente y nuestra tierra.
¿Te defines como feminista? ¿Por qué sí o por qué no?
Sí, soy feminista porque el feminismo me ha ayudado a comprender que las mujeres siempre han estado oprimidas desde el principio de la humanidad y me ha enseñado a defenderme con amor propio y amor por mis hermanas. El feminismo me ha enseñado a ver a otras mujeres como aliadas, no como rivales, y a trabajar con ellas para que cada una sea más valiosa.
Madame Rap entrevistó recientemente a Nina Dioz. ¿Cómo llegasteis a trabajar juntas en «No Más Ne Lo Mismo» y de qué trata el tema?
Todo empezó cuando le escribí para decirle que estaba de gira por México, que quería conocerla y tal vez entrevistarla para el documental Somos Guerreras. Y ella me dijo que vivía en Los Ángeles. Cuando fui de gira a Los Ángeles, nos vimos allí. Ya había conocido a Sista Eyerie en Guatemala y estábamos en contacto con el rapero español Aid, que también vivía en Los Ángeles.
Decidimos reunirnos y trabajar en una canción. Durante el proceso creativo, hablamos de nuestros orígenes y de nuestros diferentes países y discutimos el hecho de que ser nómadas formaba parte de nuestra condición de mujeres raperas. Así que decidimos escribir sobre ello. Por suerte, Cynthia Vance pudo filmar el proceso de composición y la grabación del tema e hizo un vídeo precioso.
¿Qué estás escuchando en estos momentos?
Siempre me gusta escuchar a mujeres raperas. Así que escucho a Garee, Zeidah, Miss Bolivia, Sara Hebe y Syla.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
En estos momentos estoy de gira por Alemania y cuando regrese a Guatemala estaré trabajando en mi próximo álbum Alma Mestiza. En septiembre tengo una pequeña gira por Los Ángeles y en octubre por España. Así que el año que viene estaré en la carretera con mis nuevas canciones. También estamos trabajando con el equipo de Somos Guerreras en la posproducción del documental sobre las mujeres en el hip hop de Centroamérica. Así que estamos buscando financiación para terminarlo.
¿Qué opinas de Madame Rap? ¿Cosas que cambiar/mejorar?
Creo que está haciendo un gran trabajo. Gracias a usted, nos sentimos menos solas y ayuda a tender puentes entre artistas de todo el mundo. Consigue hablar de las mujeres sin reducirlas a su género, pero también recordándonos que son artistas.
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