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Masta Quba: «Nunca ha existido un hip hop sin nosotras»

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Referente de la escena musical feminista mexicana, Masta Quba se define a sí misma como «MC y educadora». Activa desde hace 18 años, utiliza el rap como herramienta de resistencia y transmisión para denunciar la violencia de género y el racismo sistémico. Actualmente radicada en Barcelona, la rapera nos cuenta sobre su proceso creativo, la importancia de formar comunidad y la percepción de las raperas en México.

¿Cómo y cuándo descubriste el hip hop?

Yo descubro el hip hop por MTV cuando tenía la edad de 14 años. Nunca voy a olvidar la primera sensación que sentí cuando escuché como sonaba el rap. La primera canción que escuché fue “El Juego Verdadero” de Tiro de Gracia, que es un grupo de rap chileno. Para mí fue algo que sentía, que no tenía cómo explicarlo. Más que nada, yo creo que el hip hop me descubrió a mí. Y a partir de ahí no pude dejar de escucharlo.

Empecé a comprar discos piratas en los mercadillos que había en mi barrio y a descargar música también cuando no había ni YouTube ni todas estas cosas. Así que me llegó el hip hop. De ahí ni me ha soltado desde que tengo 14 años, y ahora tengo 36.

¿Eres autodidacta o recibiste algún tipo de formación o educación musical?

No tengo ningún tipo de formación musical. En realidad, es la experiencia y un buen oído musical. Tengo ganas de entrar a clases de canto, de piano o en algún momento aprender a producir, cómprame una máquina y todo. Pero la vida me ha llevado de los pelos y no ha sido posible todavía tener la economía para comprar o invertir en una educación musical más formal.

Creo que es lo bonito del rap que, en realidad, cualquier persona puedo hacerlo. Sólo necesitas una pluma y un papel y tu historia que contar. Es bueno que en algún punto empecemos a educarnos musicalmente y tengamos más evolución y podamos formarnos más.

Pero también hay que entender que la formación musical formal no es accesible para todas las personas.

Depende mucho de quién eres y la clase social que tienes para poder pagarte una academia o una escuela. Yo lo hago de forma informal por así decirlo. Son los años que los que me han curtido.

Empezaste a rapear en 2007 en freestyles mayoritariamente dominados por hombres. ¿Qué te impulsó a participar en estos eventos y cómo te recibieron?

Yo empecé a rapear de forma más formal en 2007. Fui la primera vez que iba a un evento de reggae con rap donde estuvo tocando Alika y Nueva Alianza. La gente estaba celebrando, pasando la noche, y vi un círculo de hombres haciendo freestyle. Reconocí los cuatro tiempos, el boom bap, y el feeling del hip hop. Mi acerqué y me animé ahí echaron un freestyle.

De ahí me hice amiga de estas personas, en su mayoría eran hombres. Al final, para muchas mujeres que empezamos en los 2000 o en los 1990, a veces

nuestra única opción para formar parte de la cultura era estar con hombres.

Me recibieron bien por así decirlo.

Posteriormente, cuando empecé a tener un posible amiento político, los mismos hombres son los mismos que se burlaron de mí por asumirme feminista o antirracista, por dejar de freestylear como tal y empezar a hacer canciones con un contenido político introspectivo…

Te defines como rapera y activista del hip hop. ¿Cuál crees que es la diferencia entre ambas cosas? 

Me defino como MC y activista del hip hop porque creo que el activismo es algo que se tiene que mantener vivo. Puedo ser MC como maestra de ceremonias en un evento y darlo todo en el escenario. Pero para mí, el activismo también es estar presente en todo.

Soy educadora, me dedica a dar talleres de hip hop para mujeres, niñas, infancias y mixtos con perspectiva de género, de clase y raza.

Por eso, me reconozco como una activista. Eso es lo que brinca de la teoría la acción. Para mí no basta solo con decir que hago hip hop o con rapear si no puedo hacer 1000 cosas más que tienen que ver con la cultura como tal.

Porque al final, hip hop no solamente es rapear. Para mí es una cosa que sólo te dediques a rapear y otra cosa es que aparte de rapear respires, vivas y hagas hip hop todos los días. Porque eso está en tu cotidiano, en las acciones que tomas, en cómo ayudas a los demás, en cómo está qué tanto te mezclas con tu comunidad.

¿Cuál es tu definición de hip hop feminista?

Empecé con una perspectiva de género muy marcada hace unos siete años y me encantaba decir que yo hacía rap feminista. Con los años y el piso político que ido adquiriendo, la gente con la que he estado compartiendo me ha hecho evolucionar un poco mi discurso de acuerdo con mi forma de vida.

En eso me encuentro que más que nombrar el rap que hago feminista, prefiero sólo nombrarlo rápido como hip hop. Porque

al final, si no es feminista, antirracista, anticolonial, o político, para mí no es hip hop.

Lo dejo para mí.

Entonces yo creo que cualquier mujer hoy en día puede empezar a rapear en honor a todas las que han rapeado desde que comenzó esto. Porque nunca hemos sido pocas, nunca ha existido un hip hop sin nosotras. Y el día que nos tomamos nosotras, no existirá el hip hop. Pero creo que un hip hop feminista va de la mano también con un hip hop antirracista y un hip hop anticolonial y anticapitalista.

¿A qué corriente feminista te sientes más cercana?

Si tuviera que elegir a qué corriente feminista me iría, sería un feminismo negro o un feminismo marrón anticolonial, antirracista, anticapitalista, antimperialista.

Utilizas el hip hop como herramienta artística realizando talleres y charlas. ¿A qué tipo de público van dirigidos estos eventos y cómo reaccionan los participantes?

Sí, yo utilizo el hip hop como una herramienta para los talleres y las charlas. Para mí yo los dirigiría a todo el mundo. Pero evidentemente no todo el mundo estamos en la misma situación ni en el mismo piso político.

No quiere decir que esté mal o que esté bien pero ahora he aprendido que yo resueno con quien resuena conmigo.

Nunca la forma que tenemos de pensar o las corrientes a las cuales nos sentimos identificadas son aisladas.

Siempre vas a encontrar algún compa que con la cual puedas converger.

Entonces los talleres van dirigidos a muchos institutos porque nos gusta mucho estar con las adolescentes. Creemos que ahí es donde se puede sembrar la semilla para que los adolescentes puedan tener más herramientas. Sobre todo, en este presente tan tecnológico y desconectado de la introspección y de crearte una identidad propia.

Los talleres van dirigidos hacia jóvenes, mujeres, y cualquier persona que quieran nombrar su historia y que resuene con un discurso político que busque un mundo donde quepan todos los mundos posibles. Y que todas las personas tengamos derechos.

Desde el punto de vista musical, ¿cómo describirías tu música?

Describiría mi música como una música que viva, narra, incomoda, cuestiona, acompaña, evoluciona, crece, se desarrolla, cambia y se transforma.

Creo que de forma musical he también progresado bastante. En cuanto a mi rap, mi técnica, las producciones que me acompañen y la calidad ahora en la que estoy desarrollando mi proyecto. Al final, creo que musicalmente, más allá de las letras, también vale mucho la pena mi proyecto.

¿Cómo sueles escribir letras? ¿Cuál es tu proceso artístico?

Yo más que sentarme a ver qué escribo, me siento porque tengo que escribir. Prácticamente toda mi música es mi historia de vida, lo que me atraviesa o lo que atraviesa al mundo. En realidad, siempre traigo una visión muy política anti lo que nos destruye o también mucho de sanación, introspección que sigue siendo político porque lo personal es político.

Mis letras vienen acompañadas de un proceso de abrir heridas y de limpiarlas, de tratar, de sanarlas.

Y en n eso va saliendo como las historias que voy contando.

Necesito también tener un ritual: pender una vela, incienso, estar sola, sé que sea por la noche. Y tengo un proceso en lo técnico de estar jugando primero con el beat, tarareando, checando los flows, y luego reponiendo letras.

Pero para escribir, necesito haber tenido alguna experiencia para nombrarla. Nunca he escrito algo ficticio que me parezca bien bonito. Mi proceso viene de una historia, de nombrarme para existir.

¿De qué tema(s) te sientes más orgullosa hasta ahora y por qué?

Prácticamente todos. Hay ciertas canciones que siguen sido más importantes como los procesos y los impactos. “Nosotras tenemos otros datos” que es la canción donde nombro el aumento de feminicidios a partir de la pandemia en México:

11 mujeres son asesinadas en México cada día.

Está la de aborto donde nombro el auto acompañamiento que tuve cuando tuve un aborto en 2017.  He acompañado a muchas chicas y compas que han tenido estos procesos porque las mujeres abortamos. Y lo tiene vaya que la lucha sigue de entender que es un derecho humano.

“Despiertas” también es una canción que me gusta mucho porque la producción musical fue muy heavy. Estuvimos en un estudio grandísimo y está también mezclando en Dolby Atmos y fue mi primera experiencia.

“Autodefensa” y “Rebobina” también son canciones importantes para mí.

En realidad, cada tema lo tesoro bastante y me recuerdo estar orgullosa.

Me recuerdo que es importante reconocernos a nosotras mismas lo que hacemos.

Porque esta sociedad a veces nos hace pensar que reconocernos viene de una prepotencia o algo así.

¿Cómo responde el público mexicano a las raperas?

En México, el índice de machismo y misoginia muy alto.

Para que te celebren siendo rapera, tienes que cumplir el estereotipo que los raperos mexicanos tienen o se han creado del ser rapera.

O sea, los raperos mexicanos tienen un estereotipo en su cabeza de cómo debería de lucir una rapera y si no estás dentro de ese estereotipo que ellos se inventan, te rechazan.

Tienes que obedecer ciertos canales de belleza y ciertas temáticas. Si eres una rapera feminista, recibes todo el hate y toda la burla porque México está aún muy atrasado en este tema.

Si eres una rapera no feminista pero que estás muy orgullosa y la forma en la que tú quieres transitar es mostrando tu cuerpo, porque tienes todo el derecho y porque es natural, te ven como la rapera que se quieren follar y de ahí no pasas. Para ellos, hay raperas a las que quieren follar y raperas a las que no. Yo lo resumiré así. Lo veo con mis compas raperas que a veces las que son respetadas son novias de algún otro rapero que respetan.

Has participado en varios temas con raperas mexicanas o hispanohablantes. ¿Por qué es importante para ti colaborar con otras raperas?

El año pasado hice muchísimas colaboraciones. Para mí en realidad es hacer la red. La industria musical siempre está eligiendo a quién pone en la «cima». La idea del éxito que la industria musical ha creado es una idea que está creada para nunca alcanzarla y nunca estar satisfecho. Un rap político de hombre o mujer o disidencia es difícil que realmente pueda llegar a ser mainstream.

La única forma que crezcamos es mirarnos entre nosotras. Y es lo que hago. No me importa trabajar. A mí, no me fijo en los números porque los números son humo. Me fijo en la energía de las personas, si fluye y nos entendemos, si tenemos cosas en común, si hay una admiración mutua…

Y para mí, es importante porque creo que es la única forma de hacer una red.

No hay otra forma de sostenernos que hacer comunidad.

Como artista, ¿cuáles han sido o son los principales obstáculos que encuentras?

Yo creo que siempre ha sido la industria musical. Mañana, si me borran todos mis perfiles de Spotify y de YouTube, yo seguiré haciendo música. Porque es algo que he hecho toda mi vida y no me veo haciendo otra cosa que no sea música.

Es mi alimento para seguir existiendo en un mundo tan feo como en el que estamos habitando ahora.

¿Cuáles son tus proyectos por venir?

En mis proyectos por venir está mi disco. Por ahora, estaré compartiendo como dos o tres tracks que tengo pendientes del año pasado con featurings que hice.  Posteriormente, si todo sale bien, si todo se acomoda y se alinean los astros, podré sacarlo este año. Vienen cosas muy bonitas en este disco.

Es mi primer disco como solista. El primer disco que hice fue en el 2022 con P. Jaguar, quien es mi compañero, y lo hice al lado de él, los dos fifty/fifty en cuanto a rapear y todo. P. Jaguar nuevamente está en toda la producción, haciendo todas las pistas.

También se vienen varios conciertos y una gira. Si todo sale bien también este año salen dos series de Netflix donde estará mi música. ¡Estoy prendiendo la veladora para que todo se haga realidad!

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