La rapera y compositora chilena La Deyabú nos habla de sus influencias, del papel de las mujeres en la escena hip hop de su país y de sus proyectos.
¿Cómo y cuándo conociste el hip hop?
En mi barrio donde crecí, primero me interese por el baile (break dance) hasta que conocí el rap y ha sido mi compañía desde entonces, también vivo el hip hop desde la educación y la organización, realizando talleres para niños y jóvenes, planteando el hip hop como herramienta artística que sirva para transformar nuestras realidades.
¿Cómo empezaste a rapear?
Siempre me gusto cantar, bailar, actuar. Apenas conocí el rap quise hacerlo, empecé con el freestyle, hasta escribir canciones.
Si alguien quiere descubrir tu música, ¿qué tema le aconsejarías que escuche primero y por qué?
“Matria” o “Jardinera”. “Matria” es el single de mi primer disco, que lleva el mismo nombre. Es mi manifiesto como mujer la letra de esa canción y la música es una bella fusión.
Y también recomiendo “Jardinera” porque es una canción inspiradora y de sanación, me ayudó mucho y además es el single de mi segundo disco “Chakana” que lanzare a finales de este año.
Desde Europa, tenemos la impresión de que el rap en América del Sur es mucho más político que en cualquier otro lugar. ¿Estarías de acuerdo con eso?
Es un territorio donde social y políticamente se refleja de una manera mucho más cruda las desigualdades y falta de oportunidades. Estamos en medio de luchas importantes por nuestros derechos, por nuestras tierras, bosques y aguas.
Personalmente siento que la música acompaña los procesos de la comunidad misma que la inspira, también debo decir que existen varios géneros, hay mucha gente haciendo cosas distintas y hermosas.
¿Cómo es la escena del hip hop femenino en Chile? ¿Estás conectada o trabajando con otras raperas?
La escena hip hop es maravillosa, existen B-girls y bailarinas posesionadas a nivel mundial, DJs, beatmakers, beat boxers, grafiteras que viajan por el mundo dejando grandes murales y las MCs, donde tengo un abanico de colegas muy diverso, desde soul, rap hardcore, clásico y más experimentales.
Creo que existe un potencial tremendo en las artistas mujeres de la escena urbana, música fresca, rimas sinceras y una pasión infinita.
¿Te consideras feminista? Si es así, ¿cómo definirías tu propio feminismo?
Soy feminista, esto junto a la música han sido de mis máximas liberaciones. Mi feminismo tiende a una corriente más indígena, que defiende nuestros cuerpos y nuestra tierra como territorios libres, y combate este sistema hegemónico y capitalista.
¿Quiénes son las mujeres que te inspiran?
La mujer y sus historias, las buenas y las malas, las luchas y las pasiones, son la mayor inspiración para mi música, me inspiran mis amigas mucho, mi madre y mis hermanas, mis abuelas y las desconocidas que sueñan con acabar con la violencia y misoginia.
Pero si tengo que nombrar a una, desde la música admiro mucho a Violeta Parra, cantora chilena del siglo pasado, máxima inspiración y referencia.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy planeando varios lanzamientos de singles y videoclip, con colaboraciones interesantes con colegas de chile y otros países de Latinoamérica. Además de preparar para finales de este año mi segundo álbum solista llamado “CHAKANA” que se encuentra en etapa de post producción.
¿Cómo impactó la pandemia de coronavirus en tu actividad?
La pandemia fue difícil para todos y todas supongo, pero a nivel artístico me sirvió para ordenarme y terminar varios pendientes y madurar mi disco. Trabaje a distancia un videoclip que teníamos varado con la española Zeidah y realice varios conciertos online, para Chile y el extranjero.
¿Qué opinas de Madame Rap? ¿Qué deberíamos cambiar o mejorar?
Me gusta mucho su espacio, siempre conozco a nuevas mujeres haciendo música y con ideas distintas, eso me inspira. Creo que ahora más que nunca necesitamos hacer comunidad y en este espacio me encuentro con ella.