Nacida en Venezuela y afincada en Miami, DXVA se siente «a destiempo». Tras trabajar en la radio durante doce años, lanzó su carrera musical a los 30, hace 5 años. Ahora rapera, cantante y compositora, nos habla de su atípica carrera, de la influencia de los 90 en su arte poético y místico, y de su feminismo.
Eres rapera, cantante y compositora. ¿Eres autodidacta o recibiste algún tipo de formación o educación musical?
Mi primer encuentro con la música fue a muy corta edad, realicé canto lírico coral toda la niñez y adolescencia, recibí clases de canto durante esas etapas y representé a mi país en algunos festivales de coro internacional. Pero a los 16 años dejé de cantar. Nunca recibí clases de composición, ni toco instrumentos, considero que tengo un odio musical muy empírico, porque mis nociones de música siempre han sido básicas.
¿Recuerdas cómo y cuándo conociste el hip hop por primera vez?
El hip hop y el rap siempre han sido géneros de mi consumo, escuché rap desde pequeña, pero soy en la música soy multigénero, me atrevo a decir que mi influencia musical es muy amplia, hip hop culture americano, salsa, rock, pop, jazz, música electrónica, merengue de los 90, música folclórica venezolana.
Trabajar en la radio desde los 18 años también me dio una amplia variedad de gustos y sonidos, pero el rap era como “un amor prohibido” porque era el único género que no sonaba en la radio, tal vez por eso lo consumía en mi privacidad y en mi soledad, porque eso era, algo prohibido, entonces donde está la negación, ahí estaba yo, como dice mi madre: viento en contra.
En mi país existen grandes exponentes de la cultura rap, entre esos tenemos a Nigga Sibilino, Apache, y Canserbero. Pero el primer rapero que escuché fue Vico C. También escuché mucho rap americano en los 90.
¿Cómo y cuándo empezaste a rapear?
Compuse mi primera canción en 2019, tenía 30 años, en ese tiempo viví una etapa muy confusa, y yo diría que hasta depresiva acerca de mis talentos. Escribía versos sólo por hobbies, mientras “recuperaba mi pasión” por el trabajo.
A finales de ese año un gran un amigo que es rapero “Chevy Style”, vino de Madrid y me enseñó la métrica del rap a las 3:00 am en una playa. Recuerdo que me dijo “DAVA tú tienes un flow, así como de rapera”. Al otro día me desperté con una nueva esperanza, de crear, de explorar si realmente pudiera escribir y rapear. Me alucinaba esa idea, y empecé a escribir y a practicar todos los días en mi cuarto.
Me considero una artista libre, y nunca me he auto nombrado como una rapera, respeto mucho a los raperos y a la escena del hip hop, siempre he sido una fiel seguidora.
Tu música mezcla diferentes sonoridades, que incluyen desde el electro hasta el old school rap. ¿Cómo la describirías?
Mi música visita diferentes géneros dentro de la música urbana, encuentro mi mayor fortaleza creativa en el rap y el hip hop, pero estamos fusionando ritmos electrónicos y elementos del rap rock noventero.
Mi productor CHCKN es un artista que proviene de la música electrónica y ha logrado interpretar el sonido West Coast californiano haciendo una traducción al español muy disruptiva, ensuciando las vocales, y dándole unos matices del grunge rap ochentero, pero al mismo tiempo es una oferta que no deja de ser comercial, cuando se junta todo, la letra, la estructura, el sonido y el delivery.
¿Cómo sueles escribir? ¿Tienes algún tema o rutina favoritos?
Curiosamente solo escribo si me siento muy conectada la fuente creativa, por mi aka es DIVINE FLOW, respeto mucho mi proceso de composición, escribo siempre sola, pero al lado mi productor, y muchas veces escribo sobre el beat que él está creando al momento.
No hago freestyle, pero empiezo a buscar melodías, que después las voy traduciendo en versos. Siempre pienso que la música está allá arriba en una nube, y yo por algún momento la puedo leer y la bajo. Me considero un canal en ese sentido.
Tu canción «2090» rinde homenaje a los años 90 que te inspiraron. ¿Cuáles fueron tus modelos en esa época y qué te parece lo más inspirador de este ámbito?
2090 es exactamente un tributo a la época que me dio la mujer música para poder nutrirme artísticamente, todos los artistas que menciono en la canción me sirvieron de inspiración: Snoop Dog, Eminen, Green Day, Spice Girls, Britney Spears, Madonna, Nirvana, No Doubt, Shakira. Mis mayores influencias musicales provienen de la música latina en la época de los 90.
Podría decir muchísimos nombres, y hago referencia en el coro “Mandamos el flow para atrás, rezamos al Dios del 90” un poco sintiendo que el Dios del 90 atendía a otras necesidades, porque estamos mucho menos híper conectados, era otro ritmo de vida, y estoy feliz de haber vivido esa época.
La emoción que tenía cuando escribí esa canción era Nostalgia y añoranza, a veces siento que no encajo tanto en las tendencias el mundo actual.
Tu canción «Martina», cuenta la historia de una mujer que roba en una tienda y mata a su propia hermana sin saberlo. ¿En qué te inspiraste para esta canción?
Martina más que una canción es una dura crónica que narra un suceso a partir de una mirada profunda y detallada que tuve de una pesadilla que tuve en 2021, fue un sueño muy lúcido, yo solo hice uso de técnicas narrativas y figuras retóricas como descripción, símiles, personificación, metáfora y analogías, hasta que puede llegar al desenlace de un crimen muy lamentable, que es muy común en la sociedad latinoamericana, pero que además muy pocas veces se cuenta.
Martina es un error que priva de libertad, rompe, sensibiliza y concientiza a la mejor toma de elecciones en la vida, los riesgos y los infortunios.
¿Cómo definirías tu propio feminismo?
Mi feminismo yo diría que es justo, crítico, poderoso y empático. Desde niña siempre he ido cuestionándome los convencionalismos sociales, el matrimonio, la maternidad, la religión, siempre estoy curiosa, pero tampoco ando por ahí con la barita del juicio.
Por eso me gusta tanto la sátira, gran parte de música está escrita en forma de sátira, me permite hacerle zoom a la doble moral y a la forma como nos interrelacionamos. Me gusta empoderar a la mujer, mucho.
Pero a los hombres también, a los humanos, a los animales, a las plantas, creo me gusta es empoderar a la naturaleza. Y para eso tengo que ir rompiendo constantemente con los estereotipos.
¿Estás relacionada con la escena hip hop venezolana? Si es así, ¿cómo son las escenas de rap “femenino” y queer allí?
No estoy conectada en este momento a ninguna escena, estoy creando mi escena. Tuve que parar de ver constantemente lo que otros artistas estaban haciendo porque empecé a notar como eso alteraba mi arte, comparándome y alimentando mi inseguridad. Ahora estoy enfocada en lo que yo quiero proponer.
¿Cuáles son tus proyectos por venir?
Mi single «Flota» salió en junio. Es una canción que habla de cómo interpreto y siento la ansiedad, el miedo, mi relación con algunas exigencias de la sociedad, la pérdida y las emociones limitantes.
El coro «Súbete al beat y flota» hace alusión a cómo la música representa mi salvavidas. En el video DXVA se enfrenta a “miedo” y “ansiedad” dos personajes con los que pelea y al mismo tiempo baila en un ring de boxeo, como ese oponente fuerte, representando la lucha interna que puede haber en la mente de muchas personas, que piensan que es muy tarde para cumplir sus expectativas, para aprender, para entrenarse por un sueño.
Esta «pelea» también representa el encuentro entre las polaridades, la oscuridad y la luz, el dolor y la belleza, lo rudo y lo sutil.
¿Qué opinas de Madame Rap? ¿Qué deberíamos cambiar o mejorar?
Me encanta que aun existan medios que trabajan tan bonito por amor al arte y a la música, tú eres una representación de eso, me encanta tu contenido, siempre lo miro, te felicito por tan excelente trabajo y gracias por considerarme.