Icono del rap hispanohablante, la MC francochilena Ana Tijoux está de vuelta con el álbum Vida, diez años después de la publicación de su último proyecto. Nacida en Francia después del exilio forzoso de sus padres bajo la dictadura chilena, la rapera lleva más de veinte años denunciando la violencia contra las mujeres, las dictaduras, el capitalismo y todas las formas de opresión. Nos habla de su nuevo albúm, de su gira europea y de su compromiso.
Vida es tu primer álbum en diez años. ¿Por qué este tiempo de descanso y qué te ha sucedido artísticamente durante este periodo?
De hecho, han pasado diez años desde mi último álbum. Sé que parece mucho tiempo, pero cuando eres madre, cuando trabajas mucho y cuando estás de gira todo el tiempo, creo que sientes el tiempo de una forma totalmente distinta.
No tuve tiempo de asentarme, de crear, de ponerme en una energía de contemplación. Me limitaba a organizar el trabajo y las fechas.
¿Cómo ha cambiado tu música en diez años?
No sé si es una evolución, pero me siento más libre en el sentido de que me estoy permitiendo hacer cosas que quería hacer o que me apetecía hacer pero que no me atrevía a hacer. Ahora, por el contrario, siento una libertad que me permite explorar ritmos que quizá nunca hubiera explorado antes.
Describes tu single «Niñx» como «un manifiesto para el niño que todos llevamos dentro». ¿En qué te inspiraste para escribir este tema?
De hecho, «Niñx» es una canción que escribí para mi hija, pero también para mí misma. Recuerdo cuando era niña y miraba a los mayores y pensaba que no quería ser como ellos. Y al final, te conviertes en ellos sin quererlo.
Creo que una de las cosas que más me gustan de la música es que cuando estoy componiendo o en este campo más creativo, esta niña sigue conmovida. Contempla cosas con esa mirada que todos tenemos.
Escribí este tema para no olvidar nunca las razones que me impulsaron a crear, a coger un bolígrafo y a rapear.
El vídeo es de la directora chilena Camila Grandi. ¿Cómo os conocisteis y decidisteis trabajar juntas?
Había visto su trabajo en las redes sociales y me pareció estupendo. Tiene una estética muy interesante, con una identidad muy propia. Le escribí, me contestó y ya está.
También estás de gira por Europa. ¿Cómo vuelves al escenario?
Creo que eso es lo que prefiero: poder tocar las canciones, darles vida propia, mostrar cómo suenan en directo. Cambian enormemente.
Con la gira que estamos creando, componiendo y desarrollando, intentamos mezclar algo bailable, o al menos muy rítmico en términos de BPM. Los tempos suelen ser bastante rápidos.
Desde que empezaste en la década de 2000, no has dejado de hacer campaña contra la violencia contra las mujeres, las dictaduras, el capitalismo y todas las formas de opresión. ¿Cómo te permite el rap librar tus batallas políticas?
En mi mundo, no veo la separación entre la música y el compromiso. Con los músicos que me gustan y que me desafían siempre ponemos algunos cuestiones sobre la mesa. Creo que en un momento como éste, bastante violento para el mundo entero, hay muchas cosas que decir y denunciar.
Creo que el feminismo es un tema que afecta a toda la humanidad. Es muy interesante ver cómo mi generación, la generación mayor que la mía, y las generaciones más jóvenes están conectadas por esta lucha. Por eso también es tan fuerte.
Al revés, ¿cómo influyen tus luchas políticas en tu rap?
Diría que las batallas políticas me nutren en todos los sentidos porque soy sensible a lo que ocurre a mi alrededor.
El problema en Palestina y la violencia permanente contra el pueblo palestino siempre han estado presentes, pero todo ha vuelto a estallar de forma muy violenta desde octubre de 2023. Creo que es el momento de adoptar una postura y unirnos contra el genocidio.
Este es el momento en que el rap tiene que comprometerse, y es este tipo de rap el que me habla. Este sentido de la humanidad, este mínimo de empatía hacia otros seres humanos.
¿Qué opinas de la escena actual del rap francés?
Como viví bastante tiempo en América Latina y me trasladé a Barcelona, escucho muchas cosas diferentes. Luego se me olvida cómo se llama, soy mala con los nombres. Pero hay una nueva generación que es la hostia.
Mi hijo de 19 años escucha mucho rap francés y es sobre todo él quien me presenta a estas nuevas generaciones, que son superinteresantes, y también a las nuevas raperas.
En general, ¿cómo recibe el público chileno a las raperas?
Hay una escena realmente excitante, que permite a toda esta nueva generación de raperas participar. Hay muchas raperas increíbles en Chile, como Irina Doom, RVYO, Rayo Kuza, 22Ruzz, Flor de Rap, LaMisty, Ambar Luna… La lista es enorme.
Pero lo interesante es que hay un poco de todo. Hay gente machista, gente bastante cerrada de mente, están por todas partes. Pero creo que la nueva generación está mucho más abierta a escuchar a esta nueva ola de mujeres que tienen muchos mensajes que transmitir.
¿Tu público es diferente en Francia y en Chile?
Yo diría que sí y que no. Me resulta difícil responder a esta pregunta, porque creo que la sensibilidad va más allá de los países. Aunque esté tocando en Detroit o en Colombia, sigue llegando algo. Creo que ésa es la magia de tocar en directo. Es que más allá de las nacionalidades, hay algo que llega.
¿Qué te podemos desear?
Seguir haciendo música y aprendiendo. Aprender es tan infinito y hermoso. Crecer musicalmente, para poder colaborar de nuevo con músicas y músicos increíbles de todo el mundo. Y, sobre todo, crecer. Creo que sería un hermoso deseo.
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© Inti Gajardo